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«Debemos ser más ambiciosos y valientes». Entra aquí al debate.

«Los derechos sexuales y reproductivos como condición del acceso universal a la salud», en el webinario que ha contado con la participación de UNFPA, IPPF, Médicos del Mundo y el Ministerio de Exteriores español.

500 personas han visto en directo el webinario «Los derechos sexuales y reproductivos como condición esencial del acceso universal a la salud», que forma parte del ciclo «La igualdad de género para la (re)construcción de un mundo sostenible» en el 25º aniversario de la Conferencia de Beijing. 

Las y los ponentes advierten de que existe un riesgo real de que los derechos sexuales y reproductivos acaben siendo excluidos de los marcos mundiales y compromisos internacionales. Vuelve a ver el webinario aquí:

El segundo webinario del ciclo, realizado el 11 de junio, se centró en el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos como condición esencial de la cobertura sanitaria universal. En este sentido, el acceso universal a la salud sexual y reproductiva es imprescindible para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y para que se cumplan, por tanto, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es, además, una inversión altamente rentable ya que se estima, como recordó la periodista Patricia Simón en el webinario, que las intervenciones en esta materia logran un retorno de 9 a 1, debido a su alto impacto favorable sobre la salud.

Sin embargo, los datos muestran que el camino por recorrer es todavía muy largo. Dos ejemplos lo ilustran claramente. Por una parte, la OMS calcula que en el mundo 214 millones de mujeres que desean evitar o retrasar un embarazo no tienen acceso a anticonceptivos eficaces, lo que supone 74 millones de embarazos no planificados cada año en países de ingresos bajos y medios. Por otra parte, hay 200 millones de mujeres y niñas que han sufrido mutilación genital femenina en 20 países de África y Oriente Medio.

Asimismo, en el webinario se ha puesto el acento en varias cuestiones que dificultan el avance hacia la universalidad del acceso a la salud sexual y reproductiva: hay una disminución de los fondos públicos internacionales destinados a dicho objetivo y una creciente oposición por parte de grupos fundamentalistas a logros ya alcanzados. Todo ello hace que exista un riesgo real de que estos derechos acaben siendo excluidos de los escenarios políticos mundiales y los compromisos de los Estados, especialmente en momentos de emergencia como la que vivimos actualmente como consecuencia de la COVID-19.

Frente a ello, desde la sociedad civil se reclama a la comunidad internacional que se movilice la financiación necesaria para cumplir con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo y la Plataforma de Acción de Beijing. España, como actor global, no puede obviar su responsabilidad y debe tener un papel activo para contribuir a sostener los avances logrados, frenar los discursos regresivos y evitar cualquier retroceso que desde algunos ámbitos podrían tratar de justificarse por el actual estado de excepcionalidad global.

Eva del Hoyo, Subdirectora General de planificación y coherencia de políticas de la DGPOLDES (Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación), ha señalado que la respuesta a la pandemia de la COVID-19 debe incorporar un enfoque feminista y tener en cuenta los derechos sexuales y reproductivos. Asimismo, ha afirmado que «la conmemoración de Beijing+25 es una oportunidad única para no bajar la guardia y luchar contra retrocesos que están sobre la mesa«. El Foro Generación Igualdad que se celebra próximamente, ha añadido, es clave para reafirmar el compromiso con los derechos sexuales y reproductivos.

Álvaro Bermejo, Director Ejecutivo de la Federación Internacional de Planificación Familiar, ha llamado la atención sobre las prácticas de algunos gobiernos que están utilizando la crisis de la COVID-19 para limitar el acceso de las mujeres y niñas a los servicios de salud sexual y reproductiva, citando los intentos de la Administración de Estados Unidos para prohibir el aborto en diversos Estados, y la pretensión del gobierno de Polonia de hacer lo mismo, que ha sido contestada en la calle por las mujeres. 

 

Para Álvaro Bermejo, la pandemia nos deja lecciones que «ya sabíamos«,  y entre ellas resalta dos: «la necesidad de acelerar los esfuerzos para reforzar los sistemas de salud, y la necesidad de consolidar y reforzar lo que se ha avanzado en derechos«.  Además ha advertido de que «Las fuerzas que se oponen a los derechos sexuales y reproductivas cada vez son más agresivas y violentas, y están más organizadas. Eso cuesta vidas«. El director de IPPF hace en este sentido un llamamiento a ser «más ambiciosos y valientes si queremos que se cumplan los compromisos», y opina que «España debe jugar un papel más activo junto a otros gobiernos progresistas, apoyando a movimientos y organizaciones feministas que luchan por estos derechos». El director de IPPF hace un llamamiento a prestar atención a realidades como América Latina, donde se encuentran cuatro de los cinco países que todavía prohíben totalmente el aborto, con un enorme coste en vidas humanas, e insta que que se actúe con voluntad política y con inversión para para reforzar los sistemas sanitarios y la integración en ellos de la salud sexual y reproductiva con un enfoque de equidad.

Luis Mora, representante de UNFPA en Marruecos y experto en salud y derechos sexuales y reproductivos,  Ha incidido en que esta crisis «nos interpela sobre cuáles son esas tareas esenciales que han quedado relegadas», y ha lamentado las consecuencias de la falta de continuidad de los servicios esenciales debido a la COVID-19, entre los que se encuentran los de salud sexual y reproductiva, ya que «las mujeres no pueden esperar para dar a luz, ni los controles prenatales, ni para el ejercicio de su salud sexual y reproductiva«. Haciendo un balance de los años transcurridos desde las conferencias mundiales de El Cairo y Beijing, ha resaltado los enormes avances producidos: reducción drástica de la mortalidad materna, enorme aumento de la información y acceso a anticonceptivos modernos, legislaciones y políticas contra la violencia, reducción de la mutilación genital femenina y del matrimonio infantil, empoderamiento a nivel personal y colectivo, surgimiento de todo un movimiento que respalda los derechos sexuales y reproductivos. Pero ha manifestado también que la agenda de los derechos sexuales y reproductivos aún está inacabada y se enfrenta a graves desafíos, como el impacto del «profundo proceso de privatización de la agenda de salud sexual y reproductiva de las mujeres«; la progresiva instrumentalización de los derechos de las mujeres desde la agenda de cooperación, o los dilemas éticos que plantea la modificación de la reproducción humana con nuevas técnicas como la gestación subrogada, los bancos de tejidos reproductivos y otras.

Desde Médicos del Mundo, Felicitas Ibáñez, ha querido destacar que nuevamente se ve cómo en las crisis sanitarias las personas más vulnerables no son adecuadamente atendidas, y entre ellas están las mujeres. Así, se producen recortes e interrupciones en los servicios de salud sexual y reproductiva, que ven cómo sus recursos se derivan a cuestiones más directamente relacionadas con la emergencia. Y además, ha puesto de relieve que «Las mujeres llegan más tarde a los servicios de salud porque están cuidando. Hay que tener en cuenta los roles de género en estas crisis«. El caso de la COVID-19 no ha sido una excepción en este sentido. 

Como vemos, reducir los servicios de salud sexual y reproductiva tiene gran impacto: menos pruebas de VIH,restricciones en acceso a servicios anticonceptivos, contra la violencia de género y para un aborto seguro, y riesgos para la salud. @UNFPA advierte: https://t.co/EhEPIzgBc2

— FPFE PlanificaciónFamiliar (@fpfeong) June 11, 2020

Expertos y expertas procedentes de la Administración Pública, organismos internacionales, ONG, movimientos sociales y el ámbito universitario continúan debatiendo en el ciclo de webinarios La igualdad de género para la (re)construcción de un mundo sostenible que organizan Futuro en Común, Oxfam Intermón, la Coordinadora de ONGD – España y la Federación de Planificación Familiar Estatal con motivo de los 25 años de la celebración de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing.

El próximo día 18 de junio se cierra el ciclo La igualdad de género para la (re)construcción de un mundo sostenible con el webinario El fin de las violencias contras las mujeres y su vinculación con nuevos modelos de relaciones sociales que contará con la participación de Victoria Rosell, Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. El pasado 4 de junio se celebró el primer encuentro del ciclo en el que participó la Ministra Irene Montero y cuyo resumen puede ver aquí.