Recordamos la importancia de promover y disfrutar de una sexualidad placentera, libre y saludable en todas las etapas de la vida al margen de la condición de cada persona o lugar en el que se encuentre.
“La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.”
Hoy, 4 de septiembre, celebramos el Día Mundial de la Salud Sexual. La definición de la OMS nos permite recordar la importancia de promover y disfrutar de una sexualidad placentera, libre y saludable. Para ello, es fundamental apostar por políticas públicas con perspectiva de género, facilitar el acceso universal y gratuito a los servicios de salud sexual y reproductiva, proveer de información y educación sexual a la población y fomentar la planificación familiar y el derecho a decidir libremente en todo el mundo.
En el caso de España, como reflejamos en el informe “Deficiencias e inequidad en los servicios de salud sexual y reproductiva en España” publicado en 2016 en colaboración con otras entidades, las políticas derivadas de la crisis económica de 2010 provocaron un grave retroceso en los derechos sexuales y reproductivos de la población. Una vulneración de derechos que aún no han sido completamente restituidos y que afecta especialmente a las mujeres, a la población en situación irregular y a las personas LGBTQI+.
Entre las razones que impiden que la salud sexual esté garantizada en España se encuentran las diferencias que existen entre comunidades autónomas a la hora de aplicar la legislación estatal en relación a la atención sexual y reproductiva, así como la discriminación que sufren aún hoy las personas en situación administrativa irregular en el acceso a la atención y la experimentada por personas no heterosexuales o no cisgénero en el acceso a técnicas de reproducción humana asistida. Por otra parte, tanto el acceso a programas de prevención, diagnóstico y tratamiento de las ITS como a métodos y servicios de anticoncepción continúa siendo insuficiente y existen diversas barreras para acceder al aborto legal y seguro. Otras vulneraciones a superar son la alta instrumentalización que tienen los partos, la violencia sexual o la escasa apuesta por la educación sexual que ha realizado hasta ahora el Sistema Nacional de Salud y que incrementaría el bienestar personal y facilitaría un acercamiento a la sexualidad más sano, libre y placentero.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual, desde el Centro Joven de Atención a la Sexualidad hemos estado preguntando durante esta semana a las personas que nos han visitado qué es para ellas la salud sexual. Os dejamos algunas de las respuestas y os invitamos a defender los derechos sexuales y reproductivos desde la campaña #Muévete que estamos llevando a cabo desde hace unos meses.