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Cuando el crecimiento económico no produce una vida más digna

«Uno de cada tres dólares gastados en salud sexual y reproductiva en América Latina viene de los bolsillos de las y los ciudadanos». Lo muestra un estudio de la Federación Internacional de Planificación Familiar.

Gasto en salud AL

A pesar del crecimiento económico en América Latina en los últimos años, el gasto público en salud está muy por debajo de la media mundial. Por otro lado, la ayuda oficial al desarrollo (AOD) para la salud que recibía esta región ha disminuido. La consecuencia es que las familias tienen que pagar directamente de sus bolsillos la atención a la salud (el llamado gasto de bolsillo), lo que incrementa las ya graves desigualdades en América Latina y el Caribe y es una importante barrera en la lucha contra la pobreza. 

GastosDirectos salud ALLa IPPF, junto con ForoLAC, advierten en su informe que en América Latina «la mayoría de los insumos anticonceptivos son adquiridos con recursos de los hogares. Los anticonceptivos figuran en la lista de los medicamentos más vendidos en farmacias en los mayores países de la región como Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela», lo que constituye la forma más regresiva de financiar la salud. Sobre todo cuando, como señala en informe, en esta región el gasto público en salud  está estancado desde 2009.

Esta realidad contradice el programa de acción de El Cairo -un acuerdo firmado por 179 gobiernos en 1994- para asegurar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. Por ello, IPPF y ForoLAC llaman a  los donantes con intereses en la región, como USAID o la Cooperación Española, a que revisen su financiación actual para la salud; a los donantes internacionales para que aporten el porcentaje de fondos con el que se comprometieron; a los bancos multilaterales para que incluyan objetivos de financiación para la salud sexual y reproductiva en América Latina; a los gobiernos de América Latina y el Caribe para que desarrollen planes nacionales de financiación para este ámbito.

IPPF y ForoLAC resaltan que para garantizar el acceso de todas las personas a la salud sexual y reproductiva, los donantes deben priorizar recursos que en primer lugar apalanquen recursos a nivel nacional, en segundo lugar financien a las personas más necesitadas que no están cubiertas de forma adecuada por los recursos nacionales, y en tercer lugar aseguren la financiación para las organizaciones de la sociedad civil que dependen de la cooperación internacional para seguir trabajando por los derechos.

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